Customize Consent Preferences

We use cookies to help you navigate efficiently and perform certain functions. You will find detailed information about all cookies under each consent category below.

The cookies that are categorized as "Necessary" are stored on your browser as they are essential for enabling the basic functionalities of the site. ... 

Always Active

Necessary cookies are required to enable the basic features of this site, such as providing secure log-in or adjusting your consent preferences. These cookies do not store any personally identifiable data.

No cookies to display.

Functional cookies help perform certain functionalities like sharing the content of the website on social media platforms, collecting feedback, and other third-party features.

No cookies to display.

Analytical cookies are used to understand how visitors interact with the website. These cookies help provide information on metrics such as the number of visitors, bounce rate, traffic source, etc.

No cookies to display.

Performance cookies are used to understand and analyze the key performance indexes of the website which helps in delivering a better user experience for the visitors.

No cookies to display.

Advertisement cookies are used to provide visitors with customized advertisements based on the pages you visited previously and to analyze the effectiveness of the ad campaigns.

No cookies to display.

Skip to content Skip to footer

El cliente y el mercado

En un contexto global donde la crisis climática sigue siendo una de las mayores amenazas para el futuro del planeta, las empresas tienen un papel crucial en la reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Si bien muchos de estos actores buscan formas de mitigar su impacto ambiental, una opción cada vez más viable y estratégica es compensar su huella de carbono a través de créditos tecnológicos derivados de proyectos de descarbonización.

Los créditos de tecnología de descarbonización son instrumentos que representan la reducción de emisiones de carbono obtenidas mediante el uso de tecnologías avanzadas, como la captura y almacenamiento de carbono (CCS), la bioenergía con captura y almacenamiento de carbono (BECCS), o tecnologías emergentes como la eliminación directa de carbono de el aire (DAC). Estos créditos permiten a las empresas neutralizar eficazmente sus emisiones, invirtiendo en proyectos que no sólo abordan las emisiones actuales, sino que también fomentan el desarrollo de soluciones tecnológicas a largo plazo para combatir el cambio climático.

Seguridad, Legalidad y Eficiencia en la Compensación

La clave para hacer viable y ética esta estrategia radica en garantizar que los créditos sean seguros, legales y eficaces. La seguridad es esencial para garantizar que las tecnologías utilizadas para la descarbonización no solo sean técnicamente viables, sino que también se implementen de manera que realmente logren reducciones de emisiones, sin causar impactos negativos al medio ambiente o a las comunidades locales. La verificación independiente y el seguimiento continuo de los proyectos son esenciales para garantizar que los créditos de carbono realmente correspondan a reducciones genuinas y mensurables.

Por otro lado, la legalidad de estos créditos está respaldada por un marco regulatorio internacional y nacional que regula su emisión, garantizando que las empresas no sólo cumplan con sus compromisos climáticos, sino que lo hagan bajo un sistema de gobernanza transparente y alineado con los principios de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y otros acuerdos internacionales, como el Acuerdo de París. El cumplimiento de estas normas garantiza que los créditos adquiridos no sean sólo una práctica de «lavado verde», sino una contribución real a la lucha contra el cambio climático.

Finalmente, la efectividad de los créditos tecnológicos para compensar la huella de carbono depende de su capacidad para generar reducciones significativas y permanentes en las emisiones globales. Las empresas deben asegurarse de que los proyectos en los que invierten están diseñados para producir resultados medibles y verificables, y que estos contribuyan a la aceleración de la transición energética y la descarbonización de la economía global.

El papel proactivo de las empresas en la descarbonización

El uso de créditos tecnológicos no sólo es una forma eficaz de compensar emisiones, sino que también posiciona a las empresas como agentes de cambio en la lucha contra el cambio climático. Al invertir en tecnologías de descarbonización, las empresas no sólo cumplen con sus responsabilidades ambientales, sino que también impulsan la innovación y el desarrollo de soluciones escalables que pueden replicarse a nivel mundial.
 
Además, al comprometerse con proyectos de descarbonización tecnológicamente avanzados, las empresas fomentan la inversión en nuevas tecnologías, que pueden acelerar la transición hacia una economía baja en carbono. De esta manera, no sólo compensan sus emisiones, sino que contribuyen activamente al desarrollo de un futuro más sostenible para todos.

Conclusión

Las empresas tienen la oportunidad y la responsabilidad de actuar proactivamente en la lucha contra el cambio climático, y compensar su huella de carbono a través de créditos tecnológicos derivados de proyectos de descarbonización es una de las formas más efectivas, legales y seguras de hacerlo.. Este enfoque no solo permite a las empresas cumplir sus objetivos climáticos, sino que también contribuye a la creación de un mercado global de tecnologías limpias que promueve la sostenibilidad y el bienestar de las generaciones futuras. En este camino, es fundamental que las empresas prioricen la transparencia, la legalidad y la eficacia de sus inversiones, asegurando que cada crédito adquirido represente un paso real hacia un futuro con menos emisiones y más esperanza.